El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a endurecer su discurso contra Nicolás Maduro y lanzó una advertencia directa al líder venezolano en medio del aumento de la presión de Washington sobre Caracas.

“Si se quiere hacer el duro, será la última vez que lo haga”, afirmó Trump este lunes, en respuesta a una pregunta de un reportero sobre una eventual reacción del líder chavista frente a medidas estadounidenses,
Los últimos antecedentes
Las declaraciones se producen pocos días después de que Trump anunciara un “bloqueo total y completo” a todos los petroleros sancionados por Washington que intenten entrar o salir de Venezuela.
Con esta decisión, la Casa Blanca dejó en claro que el petróleo es un eje central de su estrategia hacia el país sudamericano y oficializó un giro en su política de presión contra el régimen chavista.
De acuerdo con medio español, el nuevo enfoque de Estados Unidos parece apuntar directamente a debilitar al gobierno de Maduro mediante el hostigamiento de cargueros de petróleo (tres hasta ahora).De esta forma, queda en segundo plano la narrativa de la “guerra contra las drogas”, que había marcado etapas anteriores y que, según El País, se ha traducido en más de un centenar de asesinatos extrajudiciales de tripulantes de supuestas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico.
Trump fue aún más lejos al referirse personalmente a Maduro. “Creo que sería inteligente por su parte irse”, dijo sobre el líder del régimen venezolano, para luego añadir: “Pero, de nuevo, ya lo veremos”.
Cruce entre Trump y Petro
El mandatario estadounidense no limitó sus ataques a Venezuela. En la misma jornada, Trump arremetió contra el presidente de Colombia, Gustavo Petro, con quien mantiene una relación marcada por la tensión.
Durante una conferencia de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, calificó al jefe de Estado colombiano como “un tipo muy malo” y aseguró que “no es amigo de Estados Unidos”, aludiendo al tráfico de cocaína que, según él, el gobierno colombiano permite.
“Más le vale andarse con cuidado. Amamos a los colombianos, yo amo a los colombianos, (…) pero su nuevo líder es un buscapleitos. Será mejor que cierre esas fábricas de cocaína. Sabemos dónde están”, señaló Trump, mencionando específicamente tres supuestas instalaciones.
Las declaraciones se dieron tras una crítica previa de Petro, quien había cuestionado el doble estándar de Washington respecto de Venezuela y Estados Unidos, sugiriendo que si Trump reclamaba el petróleo venezolano como “robado”, también debería estar dispuesto a devolver territorios como Texas y California a México.
El presidente colombiano propuso, en cambio, una negociación “dialogada” y no basada en intimidaciones.
El tono confrontacional de Trump fue respaldado por su secretario de Estado, Marco Rubio, quien el fin de semana pasado afirmó que la relación con Colombia no depende de la ideología de su presidente, sino de su disposición a cooperar con Estados Unidos.
“Esto no se trata de izquierda ni de derecha, se trata de tener en el poder a un presidente que coopere con nosotros”, dijo.
En paralelo, Trump confirmó que Estados Unidos planea quedarse tanto con la carga (1,9 millones de barriles) como con uno de los petroleros incautados recientemente, el Skipper, reforzando así la señal de que la presión económica y simbólica sobre el chavismo seguirá aumentando.



